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A toda madre...
Mami no hay más que una. Al menos eso dice la popular frase que cogemos como referente para intentar explicar el gran papel que sólo las mujeres son capaces de hacer dentro de nuestra sociedad.
Claro está, que esta frase tiene toda la razón del mundo y siempre será nuestra madre nuestro punto de referencia para todo. Es la que más nos ayudará con los deberes (aunque no se acuerde de las ecuaciones y de cómo dividir sin calculadora), es la que se despertará antes de que el ring del despertador suene para tenernos listo nuestro zumo que nos pondrá fuertes cada mañana antes de ir al cole y es de la que, aunque nuestras decisiones no sean del todo acertadas, tendremos su apoyo incondicional gracias a que ella siempre tendrá esa vocecita interior que le repita "es mi hijo/a".
Y qué me decís de esos hijos afortunados en donde su partida de nacimiento se les marca la casilla de Madre 1 y Madre 2. ¡No creéis que tienen mucha suerte! La verdad es que siempre me imaginé lo grande que sería cada Día de La Madre en una familia como esta. Después de todos los esfuerzos y luchas, ellas fueron capaces de amar tanto a una persona que aún no se había ni fecundado que les debe garantizar un amor incondicional tan grande, para el resto de sus días...
O esos hijos, mal llamados probetas, que nacen con las mismas ganas (o más) de un matrimonio que no es capaz de llegar a tenerlos sin que la ciencia los asista. ¿No os parecen unos héroes? Deben de irradiar amor a ese hijo o hija (ya que está tan de moda poner los dos géneros), que debe de ser una explosión de sentimientos permanente tener el lujo de estar dentro de las paredes de ese hogar que han creado.
¿Y esas madres que optan por adoptar niños desamparados que están solos y son uno más (de los miles) que hay en los orfanatos? que, por supuesto, no me atrevo a afirmar que estén mal. Pero que una madre les acoja para darles ese cariño individualista, que por mucho que digan los más conservadores, necesitamos cualquier persona a lo largo de toda nuestra vida; es un acto que considero digno de gran admiración.
En los tiempos que corren los tipos de familia han cambiado muchísimo. En este tipo de días también me acuerdo de esos hijos que tampoco tienen madre. Bueno, o que más bien, en una misma persona pueden llegar a tener a sus dos figuras; dado que también hay el caso de padres que tienen que esforzarse a lo largo de la vida de sus hijos para suplantar esos dos papeles de padre y madre o, esa abuela que, por circunstancias de la vida, debe lidiar con el papel de ser la abuela (la que le permite los caprichos al niño) y la de madre (enseñándole con las riñas y los sermones a cómo llegar a ser una gran persona).
Por ello hoy, primer Domingo de Mayo de 2015, quiero felicitar a todas las madres y a todo aquel que recoge ese mismo papel sin esperar nada a cambio. Aquellos que se alimentan únicamente de la esperanza que la vida, que depende de ellos, se convierta en la persona más maravillosa del mundo. Aunque para ellas ya lo sea desde el minuto uno de su nacimiento... o antes incluso.
Felicidades Mamis!!!!
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