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Hablando con un amigo (residente en Galicia pero Madrileño de toda la vida) de sus días primaverales que más valoraba, me di cuenta de los estereotipos que nos imponen fuertemente en nuestra sociedad. "Odio los días de lluvia... ¿Por qué?... Porque son grises...". Se quejaba de la falta de luz y de color en esos días, una persona que dita que el gris es el color más sofisticado para un traje; siendo el negro y el azul marino demasiado clásicos y serios y los nuevos tonos tierra y pastel, demasiado atrevidos para llevar a trabajar. Entonces, ¿por qué ese odio a un día gris?
Neutro, tonalidades para todas la ocasiones y que permite el juego de luz que más te interese. Es el único color que, conjuntándolo con cualquiera de sus tonalidades cromáticas, siempre queda bien. Nadie puede dar por sentado falta de gusto al combinar un gris claro con un marengo y un gris perla y menos, en un tipo de traje casual.
Lo mismo pasa con los días de lluvia. Esos reflejos solares dibujan tonalidades en el cielo que pasan del blanco al gris marengo, siempre con expresión y diferencia de luz; dependiendo si se trata de un "cirrus", de un "cumulus" o un "altostratus"; es de donde yo creo que, los sabios de la pintura y la moda de antaño, se han fijado para crear el color con mayor variedad cromática, neutro y elegante que se conoce.
Un color que no pasa de moda, que se mantiene como básico de armario (sobretodo en el masculino) y que casa, por su neutralidad, con casi todos los colores que podamos imaginar. Quedando siempre perfecto.
Si un perla, me parece ideal para una boda, un marengo me parece genial para una entrevista de trabajo y la pureza del gris ceniza (el neutro por antonomasia de este color), ideal para cualquier ocasión.
Aprovechando que los pronósticos de esta semana que entra, serán lluviosos y grises, animo a sacar del armario los básicos, que seguro que tenemos en alguna de estas tonalidades, que nos harán ir en conjunto con el cielo que nos arropa y que, nos darán un punto de vista más amplio de posibilidades positivas de este color que en sus atribuciones históricas en nuestra lengua se le suelen aplicar negativamente.
Felices días grises vogueros, ya amanezcan marengos, cenizas, claros o perlas...
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