Cuando pienso que la moda es arte, automáticamente me viene su imagen a la cabeza. Un artista del siglo XXI cuya creatividad me fascina y me apasiona. Lo admiro desde sus inicios en Cibeles con Cour Desmiracle con la que ganó el galador al mejor Diseñador. Y todo el mundo que me conoce lo sabe. Él hizo que cambiase muchas formas de ver y de interpretar la moda y cambió el concepto, con su creatividad rebelde, para convertirla en parte del Arte de este país.

De hecho, es tal mi admiración por él que hasta un día, patético y subnormal de mí, quedé en el más bochornoso de mis momentos (que son muchos) cuando, llevando ya tres años viviendo en Madrid, me lo encuentro un día en medio de la calle Fuencarral. Yo iba repartiendo currículos por la zona y haciendo tiempo porque había quedado con un amigo en la terraza del Mercado de San Antón. Por ahí queda su taller y siempre que pasaba por cerca tenía la esperanza de encontrármelo, pedirle un autógrafo, hacerle unas preguntas para el blog, etc. Cuando por fin el destino me da el beneplácito de que nuestros caminos se crucen, admiro que está acompañado. Teníais que ver qué cara de idiota se me quedó, aunque fue peor la que prosiguió ya que, embobado por verle tan cerca de mí; un adoquín partido y levemente levantado se interpuso en medio de mi fascinación. Lógicamente, tropezando y quedando delante de mi admirado diseñador como un lerdo que no sabe mirar por donde va.

Anécdotas a parte, diré si sus anteriores contribuciones habían quedado en un pequeño y desmericido segundo plano, "Inferno" le ha vuelto a catapultar a la primera fila del arte de la aguja, teniendo buenas criticas en todos los medios de comunicación . Lejos de la puesta en escena de "Run away" para darnos a conocer su anterior trabajo (Nowadays) que por cierto, es mi favorita y me gustaría tener el poder adquisitivo para comprarme toda, o de tapar la cabeza de sus maniquíes con capuchas y sogas de horca; solemnemente nos muestra su nueva aportación que, el mismo diseñador define como una colección candado, que cierra una trilogía. Donde cuenta con la colaboración de un afamado pintor para finalizar ese viaje por los infiernos.

Así os presento mi Interpretación, que es lo que se hace con el Arte, para la revista en la que colaboro Eye2Magazine pero que no podía perder la oportunidad de darle un poco más de matización y ofrecérselo a mis lectores de Survive.

Los nueve círculos del Infierno de Dante se quedaban grandes para nuestro malagueño favorito de las pasarelas españolas, queriendo simplificar la idea para su último desfile donde se pudo ver el alma más profunda del creador. Lejos de una realidad Dantesca y con matices autobiográficos; el infierno se colmó de oscuridad en su versión compacta, rectangular y estrecha; por donde, sus ambiguos demonios, mostraban el arte de este particular reino de los pecadores; alumbrado con unos tenues halos procedentes de unas velas blancas que marcaban el camino a seguir hacía el alivio y la liberación.

Este es el pequeño escenario donde se pudo ver, la particular creación de DaviDelfín y su última propuesta: “Inferno”. Un infierno enmarcado en colores básicos y opuestos, blanco y negro, y donde la creatividad, la ambigüedad, la exquisitez y la modernidad fueron gran parte de su protagonismo. Amén de su musa consagrada Bimba Bosé.

Una evolución de sus anteriores propuestas artística: “El tiempo de los Monstruos” en la que el blanco es el color más idiosincrático y que impuso el verde esmeralda en una colección Spring/Summer, y “No one”, donde llamaba a llenar de color nuestros otoños e inviernos. Pero dónde se aprecian las similitudes es en lo que a los detalles de las formas, caídas de las telas y líneas de sus creaciones, se refiere. Haciendo que el creador madurara la idea de realizar una colección donde las telas y el diseño fueran el centro de atención de su propuesta, dejando en un plano a parte a sus anteriores protagonistas cromáticos, quedándose con la esencia de su particular arte y creatividad.

En esta, que encierra esta trilogía artística, nos deja ver un luto solemne “oversize” y con mucho movimiento. El dolor que sentimos en nuestra vida, que nos desgarra y que queremos quitar de nosotros mismos; es enmarcado en su arquitectura vertical, los pliegues, la fusión fuera de lo común de faldas con pantalones de forma ambigua y desordenada, estilos de cortes desiguales que, en conjunto, crean una armonía ingeniosa y equilibrada en la totalidad de cada uno de los estilismo. Los jerseys con corte quimono sintetizan la idea de la lucha que ayuda a mitigar ese dolor que sentimos, una lucha que ayuda a enfrentarnos con el luto y la pena que llevamos dentro. Y las camisas, una parte que siempre nos reinterpreta de forma original este artista, con cortes rectos en sus mangas cortas, creando esa similitud de pliegue lateral al igual que aporta al diseño de algunos de sus pantalones.

Ya con la ausencia del dolor, ya mitigada por la lucha, comienza el camino hacía la luz; que nos traslada a presentar matices grises y blancos puros, para dar a ver un ápice de liberación y de regocijo en el alivio, de la mano de las pinceladas del genio Santiago Ydáñez. Pinceladas de negro sobre fondos blancos que son la esencia del camino final de esta vivencia infernal.

Ataviado de rectitud, elegante, solemne y creativo; así es el “Inferno” de nuestro estimado David.

Mil gracias a DaviDelfín por dejarnos bajar a su particular Infierno.